viernes, 21 de febrero de 2014


BENEFICIOS Y PELIGROS DE LAS REDES SOCIALES

¿COMO SUPERAR LA ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES?


BENEFICIOS


Las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos e interactuamos, ofreciendo muchas posibilidades en distintos ámbitos de nuestra vida. Entre sus principales beneficios destacaríamos:


Actualidad - Las redes sociales nos permiten estar informados de temas variados, noticias o situaciones que ocurren en tiempo real, incluyendo fotos y vídeos. Además es fácil compartirlo con otros.


Comunicación -  A algunas personas les es difícil relacionarse o establecer una conversación por problemas diversos como la timidez, el nerviosismo y quizá hasta inseguridad. Sin embargo, las redes sociales nos permiten conocer amigos virtuales e intercambiar opiniones, ayudando a vencer los problemas de comunicación.
  
Trabajo -  Al compartir nuestros gustos e intereses con otras personas, podría  ocurrir que alguien más viera tus publicaciones y descubriera en ti al elemento adecuado que la empresa necesita.
Además, muchas empresas cuentan con perfiles sociales en los cuales avisan de oportunidades laborales, reciben currículums e incluso realizan entrevistas de trabajo. 

Ventajas empresariales -  Los dueños de negocios pueden aprovechar que la gente tiene un gran interés en las redes sociales y publicitar productos, servicios ayudando a promocionar sus negocios. Sin embargo, es importante señalar que a pesar de que anunciarte en internet es gratis la labor es muy intensa y debes invertir tiempo y esfuerzo en crear interés de los internautas.


PELIGROS 

El cyberbullying - Este tipo de acoso a través de Internet es un fenómeno que alarma a padres y autoridades gubernamentales, ya que va en aumento, con el crecimiento de las redes sociales y el tiempo, cada vez mayor, que dedican los niños y adolescentes en estos espacios. Intimidación, exclusión y maltrato son caras de un mismo problema.

Incitación al odio - Prejuicios, mensajes de odio, intolerancia y llamados a la violencia contra una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas, se multiplican y amplifican también en las redes sociales aprovechando su característica de viralidad.
Los  grupos sociales más atacados son los judíos, católicos, musulmanes, hindúes, homosexuales, mujeres, inmigrantes y las minorías. 
En mayo de 2010 Facebook se vio presionado a cerrar el grupo “Yo también odio a los judíos”, un espacio que promovía el aborrecer a un colectivo humano e incitaba a la violencia en contra de esa comunidad. En YouTube a diario se suben videos de contenidos agresivos y discriminatorios. Las redes también pueden ser entonces espacios en donde pareciera más fácil organizar y juntar estos odios, haciéndolos más visibles.

Rechazos laborales - He aquí otro de los peligros de las redes sociales. Las oficinas de recursos humanos están cada vez más atentas a las redes sociales y a lo que allí hacen o dicen sus futuros empleados. Mucha gente, sin embargo, no toma en cuenta cómo afectan las redes sociales a su reputación online. Los perfiles pueden ayudar a los reclutadores a conocer mejor a sus aspirantes y restarles puntos.

Problemas de privacidad - Para muchos, las redes sociales se han convertido en archivos diarios cargado con riquísima información sobre sus vidas. Desde datos básicos y de contacto, hasta información acerca de sus amigos, sus trabajos, aficiones, rutinas y actividades contadas en fotos y comentarios. Sin embargo, aunque nos han facilitado compartir parte de nuestra vida, también inspiran temor y suspicacias sobre cómo son administrados esos datos sensibles.

 ¿Cómo podemos superar la adicción a las redes sociales?

Como sabemos, hoy en día es prácticamente imposible vivir desconectado del mundo de Internet, y esto se produce básicamente por la existencia de las redes sociales, que nos permiten estar con todo el mundo, en todos lados y al mismo tiempo. Pero, como también sabemos, la tecnología tiene sus males. Uno de ellos es la adicción a las redes sociales.
Es muy difícil resistirse a la tentación de abrir nuestro Facebook, o nuestro Twitter o cualquier otra red a la que estemos adheridos. Tal es así que se han convertido en una verdadera adicción. Un reciente estudio revela que esta es más fuerte que la adicción hacia el tabaco o el alcohol. Esta investigación de más de 200 personas entre 18 y 85 años, demuestra que la tentación más fácil de satisfacer y más difícil de resistir es la de abrir la cuenta de alguna red social.
La explicación a este fenómeno es simple. Mientras que el alcohol y el tabaco, por ejemplo, tienen un coste económico, en las redes sociales no se percibe tal, aunque en realidad lo tengan. Por otra parte, el hecho de que se pueda acceder a ellas tan fácilmente en cualquier lado y en cualquier tiempo, hacen que sea más difícil resistirse a las mismas.
Con simple cosas como estas podemos dejar la adición:

Lleva un control del tiempo que estás en cada red social. Puedes hacerlo manualmente pero la verdad es extremadamente pesado, así que lo ideal es que uses una aplicación como webtime tracker para chrome que te dice automáticamente cuanto tiempo pasas en cada página.

Elimina en las diversas redes sociales las notificaciones que se te envían cada vez que una persona dice que le gusta algo que has compartido o cada vez que te ha llegado un mensaje. Puede que te guste leer esas notificaciones (no negaré que a mí me gusta) pero la realidad es que son un cebo con un anzuelo debajo que te engancha y te hace entrar en la red social.

Puedes llegar a bloquear un sitio web mediante algunas aplicaciones pero eso debería ser la última opción. Sería el equivalente a las personas que piden a un casino que no les dejen entrar. No es la solución ideal pero para casos muy radicales quizá es la mejor posible.


To Visit, Or Not: Es una aplicación que nos ayuda a controlar la frecuencia con la que nos conectamos a nuestra red social favorita. Debemos seleccionar la URL de la red social y señalar el tiempo mínimo que debe pasar entre cada visita. Luego se generará un enlace, que controlará la cantidad de tiempo que transcurre cada vez que entramos a la red social, avisándonos cuando no ha pasado el tiempo mínimo señalado. Si bien no se bloquea el acceso a la red social, nos notifica cuando no estamos cumpliendo con ese tiempo. A pesar de que esta herramienta no es una alternativa extrema, puede ser de utilidad para no conectarnos cada cinco minutos a Facebook









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