BENEFICIOS Y PELIGROS DE LAS REDES SOCIALES
¿COMO SUPERAR LA ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES?
¿COMO SUPERAR LA ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES?
BENEFICIOS
Las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos e
interactuamos, ofreciendo muchas posibilidades en distintos ámbitos de nuestra
vida. Entre sus principales beneficios destacaríamos:
Actualidad - Las redes sociales nos permiten estar informados de temas
variados, noticias o situaciones que ocurren en tiempo real, incluyendo fotos y vídeos. Además es fácil compartirlo con otros.
Comunicación - A algunas personas les
es difícil relacionarse o establecer una conversación por problemas diversos
como la timidez, el nerviosismo y quizá hasta inseguridad. Sin embargo, las
redes sociales nos permiten conocer amigos virtuales e intercambiar opiniones,
ayudando a vencer los problemas de comunicación.
Trabajo - Al compartir nuestros
gustos e intereses con otras personas, podría ocurrir que alguien más viera
tus publicaciones y descubriera en ti al elemento adecuado que la empresa
necesita.
Además, muchas empresas cuentan con perfiles sociales en los cuales
avisan de oportunidades laborales, reciben currículums e incluso realizan
entrevistas de trabajo.
Ventajas empresariales - Los dueños de
negocios pueden aprovechar que la gente tiene un gran interés en las redes
sociales y publicitar productos, servicios ayudando a promocionar sus negocios.
Sin embargo, es importante señalar que a pesar de que anunciarte en internet es
gratis la labor es muy intensa y debes invertir tiempo y esfuerzo en crear
interés de los internautas.
PELIGROS
El cyberbullying - Este tipo de acoso a través de Internet es un fenómeno que alarma a padres y autoridades
gubernamentales, ya que va en aumento, con el crecimiento de las redes sociales
y el tiempo, cada vez mayor, que dedican los niños y adolescentes en estos espacios. Intimidación,
exclusión y maltrato son caras de un mismo problema.
Incitación al odio - Prejuicios, mensajes de odio, intolerancia y
llamados a la violencia contra una persona o grupos de personas a causa de su
raza, religión, nacionalidad o ideas políticas, se multiplican y amplifican
también en las redes sociales aprovechando su característica de viralidad.
Los grupos sociales más
atacados son los judíos, católicos, musulmanes, hindúes, homosexuales, mujeres,
inmigrantes y las minorías.
En mayo de 2010 Facebook se vio presionado a cerrar el
grupo “Yo también odio a los judíos”, un espacio que promovía el aborrecer a un
colectivo humano e incitaba a la violencia en contra de esa comunidad. En YouTube a diario se suben videos de
contenidos agresivos y discriminatorios. Las redes también pueden ser entonces
espacios en donde pareciera más fácil organizar y juntar estos odios,
haciéndolos más visibles.
Rechazos laborales - He aquí otro de los peligros de las redes
sociales. Las oficinas de recursos humanos están cada vez más atentas a las
redes sociales y a lo que allí hacen o dicen sus futuros empleados. Mucha
gente, sin embargo, no toma en cuenta cómo afectan las redes sociales a su
reputación online. Los perfiles pueden ayudar a los reclutadores a conocer
mejor a sus aspirantes y restarles puntos.
Problemas de privacidad - Para muchos, las redes sociales se han convertido
en archivos diarios cargado con riquísima información sobre sus vidas. Desde
datos básicos y de contacto, hasta información acerca de sus amigos, sus
trabajos, aficiones, rutinas y actividades contadas en fotos y comentarios. Sin
embargo, aunque nos han facilitado compartir parte de nuestra vida, también
inspiran temor y suspicacias sobre cómo son administrados esos datos sensibles.
¿Cómo podemos superar la adicción
a las redes sociales?
Como sabemos, hoy
en día es prácticamente imposible vivir desconectado del mundo de Internet, y esto se
produce básicamente por la existencia de las redes sociales, que nos
permiten estar con todo el mundo, en todos lados y al mismo tiempo. Pero, como
también sabemos, la tecnología
tiene sus males. Uno de ellos es la adicción a las redes sociales.
Es muy difícil
resistirse a la tentación de abrir nuestro Facebook,
o nuestro Twitter o cualquier otra red a la que estemos adheridos. Tal es así
que se han convertido en una verdadera adicción. Un reciente estudio revela que
esta es más fuerte que la adicción hacia el tabaco o el alcohol. Esta
investigación de más de 200 personas entre 18 y 85 años, demuestra que la
tentación más fácil de satisfacer y más difícil de resistir es la de abrir la
cuenta de alguna red social.
La explicación a
este fenómeno es simple. Mientras que el alcohol y el tabaco, por ejemplo,
tienen un coste económico, en las redes sociales no se percibe tal, aunque en
realidad lo tengan. Por otra parte, el hecho de que se pueda acceder a ellas
tan fácilmente en cualquier lado y en cualquier tiempo, hacen que sea más
difícil resistirse a las mismas.
Con simple cosas
como estas podemos dejar la adición:
Lleva un control
del tiempo que estás en cada red social. Puedes hacerlo
manualmente pero la verdad es extremadamente pesado, así que lo ideal es que
uses una aplicación como webtime tracker para chrome que te dice
automáticamente cuanto tiempo pasas en cada página.
Elimina en las
diversas redes sociales las notificaciones que se te envían cada vez que una persona dice que
le gusta algo que has compartido o cada vez que te ha llegado un mensaje. Puede
que te guste leer esas notificaciones (no negaré que a mí me gusta) pero la
realidad es que son un cebo con un anzuelo debajo que te engancha y te hace
entrar en la red social.
Puedes llegar a
bloquear un sitio web mediante algunas aplicaciones pero
eso debería ser la última opción. Sería el equivalente a las personas que piden
a un casino que no les dejen entrar. No es la solución ideal pero para casos
muy radicales quizá es la mejor posible.
To Visit, Or Not: Es una aplicación que nos ayuda a controlar la frecuencia con la que
nos conectamos a nuestra red social favorita. Debemos seleccionar la URL de la
red social y señalar el tiempo mínimo que debe pasar entre cada visita. Luego
se generará un enlace, que controlará la cantidad de tiempo que transcurre cada
vez que entramos a la red social, avisándonos cuando no ha pasado el tiempo
mínimo señalado. Si bien no se bloquea el acceso a la red social, nos notifica
cuando no estamos cumpliendo con ese tiempo. A pesar de que esta herramienta no
es una alternativa extrema, puede ser de utilidad para no conectarnos cada
cinco minutos a Facebook
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